Había una vez una chica que encontró un collar de madera en el suelo que ponía “touch Wood” ella supuso que le daría suerte ya que la propia frase lo decía y decidió colgárselo al cuello y ver que pasaba en su día a día a partir de ese día.
Lo primero con lo que esta chica experimento la eficiencia del collar fue con su examen de conducir que era muy importante para ella y que se presentaba junto con una amiga a la mañana siguiente. Aparte de sus mil y un rezos y de sus prácticas la noche antes y la mañana antes de presentarse al examen ella confiaba mas en su collar, no era supersticiosa, pero ese día le apetecía serlo.
Se montaron ella y su amiga las dos muy nerviosas en el autobús que las llevaba a la zona de examinación y mientras tanto la chica iba apretando su collar nuevo.
“Enhorabuena” has aprobado, fue lo siguiente que escucho sin darse cuenta ni de que había hecho el examen, solo podía pensar en la suerte que le iba a dar su collar. Desafortunadamente su amiga suspendió y decidió dejarle para la siguiente semana su collar a ver si así aprobaba. La amiga de esta que no creía nada en esas “tonterías” se negó pero la chica se lo metió en el bolsillo de su chaqueta sin que se diese cuenta para confirmar la eficacia de la suerte de su nuevo collar.
Efectivamente aprobó, pero aun no tenia seguridad en que fuese gracias al collar, llego la semana de exámenes de su colegio y llevo consigo el collar pensando que pasaría todos sus exámenes, desgraciadamente no tuvo esa suerte y decidió regalarle el collar a su novio. Este tenia una entrevista de trabajo muy importante y gracias al dichoso collar consiguió aprobar. Poco a poco se fueron turnando el collar entre unos y otros y se dieron cuenta de que si que era eficaz pero solo una vez con cada persona del mundo.
